Después de marear al personal durante varias semanas, ayer -por fin- pudimos ver el estreno de Hispánia, la nueva serie histórica por la que apuesta Antena 3.
Para callar a todos aquellos que me llaman elitista y racista de series, decidí darle una oportunidad a la premieré, ya que después de ver (mil veces, por cierto) el trailer en televisión me pareció advertir que pese a ser española, la producción no era del todo mala.

No voy a utilizar la palabra decepción, eso hubiese sido en el caso que en algún momento me hubiese llegado a ilusionar por la serie. Esta vez utilizaré la palabra realidad.
He llegado a la conclusión que no puedo ver una serie española con los mismos ojos con los que veo a las americanas o esperando la misma exquisitez que las producciones británicas. Así pues, partiendo de el listón actual del panorama español, he de decir que la serie llega con bastante facilidad -e incluso sobrepasa- el aprobado.

Evidentemente esto no significa que no se vaya a llevar algún toque de atención, porque pese a que ya he dicho que no son dos términos de una misma comparación es inevitable echarse las manos a la cabeza delante alguna que otra barbaridad e imaginarse cómo hubiese sido la producción de haberse llevado a cabo en el extranjero.
Lo primero que debo mencionar es un pequeño -pero importante dada su abundancia- detalle que de ninguna de las maneras puedo dejar escapar: la sangre. En este apartado me gustaría valerme de la sabiduría del maestro Yoda para ilustrar la idea que intento transmitir:  "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes".
No estoy encontra de la digitalización, de hecho soy el primero que se apunta a el carro de la alta definición, pero si lo vamos a hacer, lo hacemos bien.
Sin ir mas lejos, 300. Un magnífico ejemplo de sangre hecha por ordenador, que pese a que uno ya sabía la naturaleza de esta no le importaba porque se fundía perfectamente en el concepto creativo del film. 
Hispania sin embargo, no lo ha conseguido. Dejando de un lado que con un simple rasguño pueden brotar ríos de sangre pero por el contrario, Ana De armas no gotea ni lo más mínimo tras recibir treinta i pico latigazos, la sangre en la producción española es tan poco creíble que más les hubiese valido tirar de recursos de películas de serie B antes de utilizar la tecnología para quedarse a medias.
No es mi intención hacer sangre -nunca mejor dicho- pero me vienen a la cabeza más cosas, por ejemplo, la exageración, que parece que va a ser una tónica constante en la serie, plagada de protagonistas sacados de libros de caballerías, que no sienten dolor o se curan a velocidades de vértigo y personajes de fuerza hercúlea (por un momento creí que estaba viendo Asterix y Obelix). Todo esto confiere a la serie una sensación de poca credibilidad, que hace plantear la posibilidad de dejar de verla.

No todo va a ser malo, por supuesto: creo que esta vez hemos acertado con los actores. Si bien es verdad que a mi gusto la técnica de interpretación española está poco depurada, he de decir que físicamente, el reparto de la serie me convence.
No me gusta destacar a actores por encima de otros pero esta vez debo nombrar a Nathalie Poza, la cual encarna a la esposa del praetor romano de Hispania. La antigua abogada de Lex, me ha sorprendido en el capítulo piloto por una interpretación bastante coherente y bien manejada que sin duda merece especial mención.

En cuanto todo lo demás, por lo que a mi me concierne, voy a seguir viendo la serie, depositando un poco más de confianza en la producción, y esperando que en el segundo capítulo podamos limar algunas de las asperezas anteriormente mencionadas.

El resumen

• Lo bueno

             -Creo que es la primera vez que nos atrevemos en España a hacer una producción de tal magnitud para una serie y además, histórica. Eso es a valorar.
             -Físicamente los actores dan el pego, Lluís Homar, Nathalie Poza y Jesús Olmedo son muy creíbles.
             -Afrontémoslo: el argumento tiene su cosa. La temática de rebelión y de guerrillas engancha.
             -Como extra: nunca sabemos cuando nos pueden regalar una teta de Ana De armas o un torso de Juanjo Ballesta... En las series históricas siempre hay escenas eróticas a tutiplén y sabiendo la experiencia que tiene nuestro país en este tema espero que la tendencia de tres o cuatro por capítulo se mantenga.

• Lo malo

            -Nos siguen faltando tablas, señores. Creo que si a estas alturas de la película no nos hemos puesto las pilas, ya nunca lo haremos. Habrá que convivir con lo que tenemos...

            -La producción es bastante poco realista.
            -A los actores hace falta cocerlos un poco más para que estén al dente.
            -Seguimos haciendo capítulos demasiado largos -80 minutos- puedes correr el riesgo de apagar el televisor e irte a dormir. Señores productores: nosotros madrugamos.


Pese a todo esto,
NOTA FINAL: 6,5