Reminisce...
Es agradable, un día, encontrarse con las personas que pese haber compartido largas etapas de tu vida, hacía años que no veías.
Y simplemente sentarse y evocar el pasado.
Hace unos pocos días esta situación se llevó a cabo. Tenía muchas ganas de volver a verlas, y al fin pude hacerlo.
El plan era sencillo pero perfecto: monólogos en la playa.
Así pues me preparé un bocadillo y acudí a la cita. Pese a el largo camino de ida y vuelta del sitio (si, odio caminar en verano) y el monologo, algo flojo, la noche no pudo ir mejor.
Sentados en la arena, sobre nuestras toallas hablando y recordando mil anécdotas de un pasado en común. Simplemente inmejorable.
Aunque no debería decir eso: pues estoy seguro que la semana que viene, cuando volvamos a quedar, sera aún mejor.
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