Quizás en otra vida...
¿Cuántas veces hemos deseado levantarnos y ser otra persona? Estar en otro sitio, estar en otra dimensión. Que sea todo distinto.
¿Y cuántas veces hemos deseado esto de las personas? Que sean diferentes. Ser diferente.
¿Podrás levantarte un día y ver que todo ha cambiado?
Quizás sea ese el deseo de todos. Imagina por una vez que es distinto, todo lo que conocías, que te era familiar, ya no lo es. ¿A que podrías atenerte?
Hoy, después de muchísimo tiempo hemos vuelto a salir de fiesta. Al principio parecía que iba a ser como siempre, que lo pasaríamos bien, como siempre ha sido. Esta vez las cosas sí han cambiado.
Puede parecer paradójico pensar que pese a que esta vez ha sido diferente, para nada ha sido inesperado.
Si vemos venir las cosas, las conocemos, ¿porqué simplemente esperamos a que sucedan?
Es demasiado fácil desear un cambio, arrodillarse y mirar al cielo en busca de amparo.
Quizás la respuesta no esté tan lejana, incluso puede ser que esté más cerca de lo que a simple vista podamos pensar.
¿Y si la respuesta somos nosotros?
Qué fácil, ¡Qué cobarde! es rogar por que todo sea diferente. ¿Qué hacemos nosotros para cambiarlo?
Levántate, coge las riendas del caballo que esta trotando por la senda de tu existencia, tira fuerte de ellas, con decisión. Sólo así podrás, finalmente, tomar las decisiones que quieres y que te hacen feliz.
Con esta gran reflexión y pequeño consejo pongo fin a una larga noche de contrastes pero que pronto llegará a su fin.
Porque no importa qué haya salido mal o cuán oscura sea la noche, siempre llega el amanecer.
0 comentarios:
Publicar un comentario