¿Quién es ella?

No puedo más. Noche tras noche me despierto de la cama sudando, con las sábanas enrolladas en mis pies, la luz selenita iluminándome la cara y mi cuerpo paralizado por un terror fictício que tan solo unos segundos atrás era real.
En mi mente, tan sólo una imagen: una chica de azulados, frios y helados, capazes de congelar el averno entero.
Inmediatamente, después del sobresalto, un millar de preguntas me atormentan: ¿Quién es ella? ¿Porqué se aparece en mis sueños? ¿Qué es lo que quiere? ¿Qué es lo que le aterra...?

Intentando apaciguar mi conciencia, me levanto de la cama e inmediatamente cojo lápiz y papel. Me propongo a retratar a la chica de mis pesadillas, intentando así hacerla real. Intentado que su imagen pase de mi mente hacia el mundo terrenal.

Tu cara de terror, tu miedo... ahora son reales. Pero eso no tiene que hacerte sufrir, pues ya no hay nada de lo que temer... Ahora ya nunca estarás sola.