All alone... in the darkness
Traveseando la oscuridad. Todos tenemos que hacerlo, es una especie de handicap que tenemos que superar diariamente en nuestra batalla existencial. Superar esta dimensión es una demostración de entereza y decisión que no todos tenemos la capacidad de realizar.
De esta manera nos perdemos y vagamos eternamente por un universo oscuro y sombrío que nos sume en un estado de permanente degradación.
Me gustaría afirmar que me hallo lejano a esta realidad, que detrás de mi han quedado las tinieblas y mi cara está dulcemente iluminada por las cálidas manos del Sol primaveral. Desafortunadamente, el gélido invierno zarandea ferozmente mis entrañas, cubriendo mis ojos con tinta negra, ahogandome en la tiznada ciénaga de la desesperanza.
Diariamente ocupo cada segundo de mi existencia buscando la manera de escapar de este estado. Cada día que pasa estoy más y más convencido que no hay manera de huir de ello.
Como un cadáver andante que se desliza patéticamente por una dimensión de la cual ya no pertenece, vivo yo en un mundo en el cual ya no soy bienvenido.
Pero no voy a desistir en mi búsqueda. Sé que tarde o temprano hallaré la ventana hacia la libertad que me permitirá dejar de sufrir, cesar el estado en el que me hallo.
Cielo o infierno, poco me importa lo que encuentre detrás de ésta, pues ambos serán mejor que la realidad que estoy padeciendo.
Encontrarla, abrirla, volar... es lo único que motiva a este muerto cansado de jugar a la vida.
Y cuando la encuentre...
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