Bégimo
Te levantas de la cama, y ya sientes ese pinchazo que te atormenta.
Es el pinchazo que te indica que todo se está derrumbando ante tus pies.
¿Dónde ha quedado la luz de la mañana?
Desesperado, la noche anterior estabas intentado conciliar el sueño, pensando que al menos dormido no sentirás dolor. ¡Cuán estúpida es tu decisión! Pues de nada sirve apaciguar momentaniamente la bestia que se haya revoloteando en tus entrañas, sabiendo que dentro de unas horas volverá más hambrienta que nunca, arañándote el alma, rasgando tu interior.
Sin embargo, eso es lo que has hecho.
Suena el despertador y ¿qué es lo que sientes? El peso de tu existéncia golpeándote en la nuca.
Una herida se abre. Pero no es sangre lo que brota de ella, son lágrimas.
¿Qué es lo que sientes? Sólo tu puedes responder a esa pregunta.
Poco a poco esa herida se irá haciendo más profunda, y cada vez serán más las lágrimas que broten de ella. Hasta que decidas que el pesar deje de fluir.
¿Vas a estar mucho más tiempo ahi, sentado? ¿Vas a levantarte de la cama y adentrarte en la realidad?
Esta es tu decisión, pero debes darte prisa y elegir rápidamete pues ¿Cuánto tiempo vas a tardar en vaciarte completamente?
1 comentarios:
Qué BIEN dicho todo, coño.
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